PRÓLOGO 'EL ESPÍRITU ETERNO'

Cuando Elena me pidió que le hiciera un prólogo para su libro no supe qué contestar, literalmente no abrí la boca. Siendo sincera no me gustan los libros y por muy amiga que sea no había leído el suyo. Como cualquier ser humano normal, cuando llego a casa cansada de trabajar lo que más me apetece es desconectar y utilizo lo único que han inventado para lo que no se necesita tener cerebro, si acaso alguna neurona que se escape de vez en cuando para indicarle al dedo que marque el botón y cambie de canal. La televisión cumple bien su función.
Pero claro esta vez era diferente, existía aquella norma no escrita impuesta por algún insensato solitario y que llamó 'responsabilidad para con los amigos', y no me podía escaquear. Entonces al llegar del trabajo no me encontraba mirando la pantalla del salón, con sus luces y su volumen desproporcionado, sino en el rincón de lectura, con un cómodo sofá y una lámpara para lo propio, que nunca había estrenado. Y comencé el libro, después de unas cuantas llamadas insistentes y acosadoras de mi 'querida' amiga. Así fue como empecé la historia pero no como la terminé. Resulta que un día caí en la cuenta de que esperaba con ansiadas ganas el momento de llegar a mi casa, sentarme en el sofá con una copita y continuar la lectura. El relato me captó al momento, quizá por tratarse de un tiempo que suena lejano pero que sigue muy presente, o porque la historia mezcla la intriga y el suspense con una buena historia de amor, de las imposibles y difíciles que tanto nos gustan a las mujeres. Sea como fuere tengo que admitir que la escritora, con quien tengo el placer de compartir una gran amistad desde los tiempos universitarios, ha encontrado ese hilo conductor que une todo lo necesario en una buena novela y que está presente en cada capítulo, con un resultado atrayente y sorprendente.
Deseo hacer saber a todos los lectores que este prólogo se lo podrán saltar pero el libro querrán leérselo de principio a fin, y puede que incluso repitan, como me pasó a mí.
Enhorabuena Elena, has tenido un libro precioso.

RESUMEN 'EL ESPÍRTU ETERNO'

La historia transcurre en París y gira en torno a una joven española de nombre Marina Mun, y Erich Kennen, un militar alemán.
El oficial Kennen ve una vez a la joven en la calle y queda tan prendido de ella que desde entonces se convierte en una obsesión para él. Entonces decide ordenar a su ayudante Françoise que investigue a la muchacha. Al poco tiempo éste informa sobre sus averiguaciones: nombre y procedencia de la muchacha; padres fusilados en la guerra civil (hecho que la motivó a escapar de su país y emigrar a Francia); tiene una gran amiga de la infancia, Deray, también afincada en París; y se ha labrado una buena reputación por sus dotes como pianista.
Pero herr Kennen desea saberlo todo, así que Françoise regresa con más información sobre la Sta. Mun, además de una invitación para acudir al próximo concierto de la muchacha.
Paralelamente a estos acontecimientos tiene lugar otro hecho en el que Kennen, y un grupo de traductores, investigan unos documentos sagrados. Se pretende conocer su antigüedad (mediante un método recién descubierto y muy exacto, la prueba del carbono 14), el significado de sus textos y la posible relación entre ellos.
Tras el concierto y una vez ya en su apartamento, Marina descubre en el baño al oficial Kennen. Éste se abalanza sobre la chica, que intenta resistirse a duras penas pero sin poder evitar el resultado. El alemán consigue su propósito y la viola. Una vez terminado, la chica intenta escapar pero resbala y cae al suelo quedando inconsciente.
Horas después, Marina despierta en una casa extraña y atendida por una desconocida. En cuanto se queda sola emprende una huida a caballo que la lleva hasta la casa del mariscal Keitel, quien se sorprende enormemente al verla ya que la creía arrestada por ser judía y decide llamar a herr Rommel, el mariscal encargado del caso. Rommel se dirige hacia allí y se lleva a la chica de vuelta explicándole a Keitel que ésta se encontraba en su casa cuidando de su tía. Dejan a Marina en su habitación y Rommel va a hacerle una visita. El alemán, obsesionado y desesperado, se dirige furioso hacia ella y ésta se defiende clavándole un abrecartas. Marina arrepentida le tapona la herida y lo acompaña hasta que llega el médico. Rommel asombrado por este hecho no dice nada y todos salen disparados en busca del agresor. Mientras, la joven aprovecha la oportunidad y escapa de nuevo en dirección a su apartamento.
Entre tanto, los traductores informan a Kennen de que los textos hablan del Génesis y del Apocalipsis, y que mencionan a la primera mujer en el paraíso antes que Eva, Lilith. Además, se ha descubierto que en los documentos se encuentra el secreto de la vida eterna, estudiado ampliamente por Leonardo Da Vinci en uno de ellos.
Luego herr Kennen, que adopta en ocasiones la identidad del mariscal Rommel, salva a Marina de las garras de Keitel, quien la había secuestrado para chantajearlo. Entonces, la chica es conocedora del grave estado de salud del hijo de su amiga y va en su ayuda. El chico muere al poco tiempo y la pianista decide ofrecer un último concierto. En plena actuación, unos militares irrumpen y Deray muere intentando defender a su amiga. Marina sale corriendo y llega a una basílica, donde se encuentra con Kennen y su equipo. Entonces el oficial decide hacerla partícipe de su investigación.
Más tarde, en casa de Kennen reciben la noticia de que lo van a arrestar y huyen a refugiarse en casa de Deray donde aprovechan para estudiar los documentos. Descubren que Lilith, por usar su derecho al libre albedrío, es condenada por Dios a vagar maldita eternamente. Y que Da Vinci lo estudiaba porque creía que era la fuente de toda energía, origen y destino. La Muerte.
Luego, Erich cae enfermo y muere. Marina lo abraza y surge una luz cegadora, entonces ella se da cuenta de que es eso que llaman el Espíritu Eterno, la fuente de toda energía. Y vuelve a su casa natal en Málaga sintiéndose libre y aceptando su destino.